fOTO DE CABECERA
Iglesia de Santa Ana y Roque. Garachico. Tenerife
1.- VALORACIÓN PERSONAL DE UNA DE LAS TRES CONFERENCIAS QUE SE IMPARTEN EN LA JORNADA.
Las tres conferencias impartidas son dignas de hacer una reflexión personal sobre ella, pues en sí todas son una reflexión. Por cercanía, me ha gustado la denominada “Arquitectura Rural en el Paisaje”, por Abel Herrera, Director del Parque Rural de Teno donde nos mostró el paisaje como una sensación o apreciación personal. Expuso ejemplos paradógicos como es el de las Charcas de Ergos, creadas en una acción destructiva del hombre que actualmente se ha convertido en un humedal que ha generado un ecosistema que estamos obligados a proteger. De la misma forma, nos expuso el paisaje como un ente cambiante y en continuo movimiento, que en ocasiones es fruto de una ilusión o irrealidad. Para ejemplarizarlo nos mostró su obra de juego de luces y sombras para crear el perfil de un paisaje reconocible por todos los tinerfeños. Eso sí, con algún recuerdo, porque no decirlo, al mito de la caverna de Platón.
Vicente Martínez Saavedra nos enseñó el diálogo entre el Arte y el resto de disciplinas, desde la Arquitectura hasta un viaje de fin de Curso. Atribuyendo a la coherencia y coexistencia la fórmula mágica del matrimonio entre ambas.
Por otro lado, Alejandro Krawietz, articula su reflexión sobre las ruinas o restos de nuestra presencia en su cortometraje “Inventarios insulares”. Donde las extrajo del contexto natural en el que residen para mostrarlas de manera secuencial adornadas con sus poemas e invitarnos a pensar sobre ellas. Estos restos forman parte de nuestro paisaje diario y hemos normalizado su presencia, sin que tengan tal consideración. Las hemos integrando en nuestra memoria fotográfica sin cuestionarnos nada. Su origen, existencia o lo más trascendente su necesidad. También nos formula en clave reflexiva la concepción inicial de los edificios o modelo social que las han generado y atribuye a la paradoja su existencia, utilidad y permanencia. En todos casos, entes vacíos de contenido o vida que se han convertido, en algunos casos ,como una muestra de nuestra capacidad para crear Arte a partir de ellas , desde la audiovisual que nos presenta hasta los macroescenarios de las superproducciones de Hollywood, donde han encontrado en ellas el mejor encuadre de nuestra Isla. Efectivamente, hablo de películas como Furia de Titanes, Exodus o más reciente el Caso Bourne, donde el modelo de Paraíso que promulgamos con nuestra particularidad geográfica, paisaje e incluso social, queda un segundo plano bajo la llamada de Mr. Marshall.
Por último, la exposición denominada “Intervención edificatoria; proceso de Trabajo” o para mí en los mismos términos cinematográficos que los expresados en el párrafo anterior, “En busca del alma perdida” me parece una exposición brillante, además de enormemente sencilla donde nos relata en base a su experiencia personal la forma de enfrentarnos a un proyecto. Desde una perspectiva sensible, respetuosa y práctica donde reflexiona sobre el resultado final a partir del concepto o sentido de algo.
La forma de proceder durante la gestación de un proyecto, no tiene diferencia en ninguno de los casos posibles. Obra nueva, rehabilitación o mejora. El objeto de la conferencia, fue una vivienda unifamiliar emplazada muy cerca del lugar exposición y en casco urbano del municipio. Con las limitaciones y restricciones legales que posee pero con un necesidad que atender. Me llamó poderosamente la atención la enorme sensibilidad de Roque Hernández, Estudio Daute, durante toda la conferencia y que manifestó en cada uno de los detalles. Por ejemplo, sintetizó de manera gráfica las condiciones iniciales y problemática en un simple cuaderno. También en sólo cuatro páginas definió el proyecto. No puedo dejar de expresar, que su actitud me recordó a Peter Zunthor, en ese modelo asceta alejado de cualquier protagonismo o al propio Juan Antonio Coderch en su artículo de hace cincuenta años pero cada vez más actual “No son genios lo que necesitamos ahora” a los que yo añado “ni nunca”. Por otro lado, el carácter multidisciplinar del ejercicio profesional y su relación con otras disciplinas artísticas, sea cual sea la magnitud o trascendencia. En este caso, citó a Pablo Neruda, los grabados realizados en la visita al municipio de Sabino Berthelot por Willis o simples fotografías de algún vecino con incalculable valor justificativo.
Expuso una forma de trabajar clara. Marcó una línea lo referente a concepción del proyecto, la edición y la posterior materialización en la obra. Tres partes bien diferentes que solo el rigor y el buen hacer las puede distinguir. De esta manera, se obtiene un proyecto completo, ajustado a la necesidad y lejos de ser meramente una mercancía en un intercambio mercantil entre un cliente profesional y propietario, que sin duda lo es. Pero donde prima la objetividad y respuesta al encargo en virtud de la impresión subjetiva del análisis objetivo de una situación inicial.
La flexibilidad del proyecto al tener que ajustarse al marco normativo legal que imposibilita su completa ejecución, se convierte en un reto que simplemente espera a ser acometido y que hábilmente el arquitecto a modo de puente entre el presente y futuro separa con una escalera que une lo ejecutado con lo pendiente. Además aprovecha para situar el Alma de proyecto al que acudió desde el principio de su intervención plasmando una idea de futuro que garantiza la funcionalidad de la vivienda.
Por último, destacar que la mesa redonda final de las conferencias pudo ser más fructífera de lo que finalmente fue. Si bien los conferenciantes y asistente nos aclararon sus actuaciones y por lo tanto, a la altura de su discurso. Los inconvenientes del marco legal que regula el casco histórico fue la línea argumental del representante político asistente y no el potencial histórico artístico, social, cultural y paisajístico del municipio que apenas fue citado. En algunos momentos del discurso me pareció un auténtico mártir, que clamaba piedad a sus hostigadores o mejor dicho, a los que identificó como tales. En este caso, se proclamó sufridor del sistema administrativo del que voluntariamente y por elección popular forma parte. La realidad de Garachico va más allá de ser un lugar donde se conceden licencias administrativas que pueden tardar más de lo deseado o que dispone de una gran piedra denominada Roque, también protegida, donde el día del Carmen se tiran voladores que pueden asustar a los pájaros que en él nidifican. Yo creo que el mensaje que debe trasmitirse no es ese. El desarrollo de la Isla en general ha propiciado el desarrollo de Garachico, el anillo insular ha posibilitado el requerido traslado diario de los habitantes de la Isla baja a las zonas de trabajo del sur que en su momento fue la causa de la emigración del pueblo. La existencia de nuevos focos de actividad turística en los municipios vecinos como en Los Silos o Buenavista del Norte o incluso la construcción de un puerto para embarcaciones recreativas en el propio centro del municipio, bajo la justificación de la actividad pesquera. No han generado el efecto llamada de trabajadores o de nuevos habitantes del municipio que mantiene su censo congelado desde hace muchos años y que es inferior incluso que algunos barrios de la Capital de la Isla. Desde mi punto de vista, esta es otra de las barreras que debemos salvar, el análisis objetivo, en cualquier acción que se pretenda, más allá de las arquitectónicas y los peldaños que puedan mantenerse o no. Pues si no existen habitantes suficientes en un pueblo, sobra todo lo demás.
Las corporaciones de ámbito supramunicipal que legislan o aplican la normativa, en ningún caso, son los generadores de problema alguno simplemente aplican lo acordado, entre otros por los Ayuntamientos. No debemos confundirnos con el carácter protector más que restrictivo, de la normativa. El reconocimiento de un Casco urbano como Bien de Interés Cultural es un mecanismo de protección, en virtud de una serie de valores únicos y excepcionales que en este caso afectan a la totalidad del pueblo de Garachico y no sólo a un edificio. Del mismo modo, es una garantía de futuro del legado cultural que hemos heredado. También tenemos que entender que éste futuro va más allá de cuatro años y que tenemos la obligación de ceder a las próximas generaciones en mejores condiciones que la hemos encontrado. Por lo tanto ,no puede entenderse que el número de concesión de licencias, tiempo tardado en ellas o el número de pájaros asustados sea uno de los aspectos mensurables en esta trasmisión. Todo ello sin omitir el entramado administrativo que debe ser simplificado para garantizar el objetivo deseado.
Vicente Martínez Saavedra nos enseñó el diálogo entre el Arte y el resto de disciplinas, desde la Arquitectura hasta un viaje de fin de Curso. Atribuyendo a la coherencia y coexistencia la fórmula mágica del matrimonio entre ambas.
Por otro lado, Alejandro Krawietz, articula su reflexión sobre las ruinas o restos de nuestra presencia en su cortometraje “Inventarios insulares”. Donde las extrajo del contexto natural en el que residen para mostrarlas de manera secuencial adornadas con sus poemas e invitarnos a pensar sobre ellas. Estos restos forman parte de nuestro paisaje diario y hemos normalizado su presencia, sin que tengan tal consideración. Las hemos integrando en nuestra memoria fotográfica sin cuestionarnos nada. Su origen, existencia o lo más trascendente su necesidad. También nos formula en clave reflexiva la concepción inicial de los edificios o modelo social que las han generado y atribuye a la paradoja su existencia, utilidad y permanencia. En todos casos, entes vacíos de contenido o vida que se han convertido, en algunos casos ,como una muestra de nuestra capacidad para crear Arte a partir de ellas , desde la audiovisual que nos presenta hasta los macroescenarios de las superproducciones de Hollywood, donde han encontrado en ellas el mejor encuadre de nuestra Isla. Efectivamente, hablo de películas como Furia de Titanes, Exodus o más reciente el Caso Bourne, donde el modelo de Paraíso que promulgamos con nuestra particularidad geográfica, paisaje e incluso social, queda un segundo plano bajo la llamada de Mr. Marshall.
Por último, la exposición denominada “Intervención edificatoria; proceso de Trabajo” o para mí en los mismos términos cinematográficos que los expresados en el párrafo anterior, “En busca del alma perdida” me parece una exposición brillante, además de enormemente sencilla donde nos relata en base a su experiencia personal la forma de enfrentarnos a un proyecto. Desde una perspectiva sensible, respetuosa y práctica donde reflexiona sobre el resultado final a partir del concepto o sentido de algo.
La forma de proceder durante la gestación de un proyecto, no tiene diferencia en ninguno de los casos posibles. Obra nueva, rehabilitación o mejora. El objeto de la conferencia, fue una vivienda unifamiliar emplazada muy cerca del lugar exposición y en casco urbano del municipio. Con las limitaciones y restricciones legales que posee pero con un necesidad que atender. Me llamó poderosamente la atención la enorme sensibilidad de Roque Hernández, Estudio Daute, durante toda la conferencia y que manifestó en cada uno de los detalles. Por ejemplo, sintetizó de manera gráfica las condiciones iniciales y problemática en un simple cuaderno. También en sólo cuatro páginas definió el proyecto. No puedo dejar de expresar, que su actitud me recordó a Peter Zunthor, en ese modelo asceta alejado de cualquier protagonismo o al propio Juan Antonio Coderch en su artículo de hace cincuenta años pero cada vez más actual “No son genios lo que necesitamos ahora” a los que yo añado “ni nunca”. Por otro lado, el carácter multidisciplinar del ejercicio profesional y su relación con otras disciplinas artísticas, sea cual sea la magnitud o trascendencia. En este caso, citó a Pablo Neruda, los grabados realizados en la visita al municipio de Sabino Berthelot por Willis o simples fotografías de algún vecino con incalculable valor justificativo.
Expuso una forma de trabajar clara. Marcó una línea lo referente a concepción del proyecto, la edición y la posterior materialización en la obra. Tres partes bien diferentes que solo el rigor y el buen hacer las puede distinguir. De esta manera, se obtiene un proyecto completo, ajustado a la necesidad y lejos de ser meramente una mercancía en un intercambio mercantil entre un cliente profesional y propietario, que sin duda lo es. Pero donde prima la objetividad y respuesta al encargo en virtud de la impresión subjetiva del análisis objetivo de una situación inicial.
La flexibilidad del proyecto al tener que ajustarse al marco normativo legal que imposibilita su completa ejecución, se convierte en un reto que simplemente espera a ser acometido y que hábilmente el arquitecto a modo de puente entre el presente y futuro separa con una escalera que une lo ejecutado con lo pendiente. Además aprovecha para situar el Alma de proyecto al que acudió desde el principio de su intervención plasmando una idea de futuro que garantiza la funcionalidad de la vivienda.
Por último, destacar que la mesa redonda final de las conferencias pudo ser más fructífera de lo que finalmente fue. Si bien los conferenciantes y asistente nos aclararon sus actuaciones y por lo tanto, a la altura de su discurso. Los inconvenientes del marco legal que regula el casco histórico fue la línea argumental del representante político asistente y no el potencial histórico artístico, social, cultural y paisajístico del municipio que apenas fue citado. En algunos momentos del discurso me pareció un auténtico mártir, que clamaba piedad a sus hostigadores o mejor dicho, a los que identificó como tales. En este caso, se proclamó sufridor del sistema administrativo del que voluntariamente y por elección popular forma parte. La realidad de Garachico va más allá de ser un lugar donde se conceden licencias administrativas que pueden tardar más de lo deseado o que dispone de una gran piedra denominada Roque, también protegida, donde el día del Carmen se tiran voladores que pueden asustar a los pájaros que en él nidifican. Yo creo que el mensaje que debe trasmitirse no es ese. El desarrollo de la Isla en general ha propiciado el desarrollo de Garachico, el anillo insular ha posibilitado el requerido traslado diario de los habitantes de la Isla baja a las zonas de trabajo del sur que en su momento fue la causa de la emigración del pueblo. La existencia de nuevos focos de actividad turística en los municipios vecinos como en Los Silos o Buenavista del Norte o incluso la construcción de un puerto para embarcaciones recreativas en el propio centro del municipio, bajo la justificación de la actividad pesquera. No han generado el efecto llamada de trabajadores o de nuevos habitantes del municipio que mantiene su censo congelado desde hace muchos años y que es inferior incluso que algunos barrios de la Capital de la Isla. Desde mi punto de vista, esta es otra de las barreras que debemos salvar, el análisis objetivo, en cualquier acción que se pretenda, más allá de las arquitectónicas y los peldaños que puedan mantenerse o no. Pues si no existen habitantes suficientes en un pueblo, sobra todo lo demás.
Las corporaciones de ámbito supramunicipal que legislan o aplican la normativa, en ningún caso, son los generadores de problema alguno simplemente aplican lo acordado, entre otros por los Ayuntamientos. No debemos confundirnos con el carácter protector más que restrictivo, de la normativa. El reconocimiento de un Casco urbano como Bien de Interés Cultural es un mecanismo de protección, en virtud de una serie de valores únicos y excepcionales que en este caso afectan a la totalidad del pueblo de Garachico y no sólo a un edificio. Del mismo modo, es una garantía de futuro del legado cultural que hemos heredado. También tenemos que entender que éste futuro va más allá de cuatro años y que tenemos la obligación de ceder a las próximas generaciones en mejores condiciones que la hemos encontrado. Por lo tanto ,no puede entenderse que el número de concesión de licencias, tiempo tardado en ellas o el número de pájaros asustados sea uno de los aspectos mensurables en esta trasmisión. Todo ello sin omitir el entramado administrativo que debe ser simplificado para garantizar el objetivo deseado.
2:- IMAGEN RAZONADA DE UN ELEMENTO PATRIMONIAL DEL CONJUNTO HISTÓRICO ARTÍSTICO DE GARACHICO.
CASCO HISTÓRICO.
CASCO HISTÓRICO.
El elemento seleccionado dentro del Conjunto Histórico de Garachico corresponde al propio Centro urbano del municipio. Pues desde el año 1994 tiene la declaración de Bien de Interés Cultural con la categoría de Conjunto Histórico. Esta declaración se basa principalmente en su urbanismo, concretamente el trazado de sus calles, modelo que la monarquía española trasladó a América, tras su conquista. Actualmente, el casco con una clara actividad turística, es el resultado de una reconstrucción tras la Erupción del Volcán de Trebejo ocurrida en 1706 cuya lava ocultó buena parte de su superficie a la vez que sepultó el puerto que justificó el emplazamiento de la ciudad. Para representar la historia he buscado este conjunto de imágenes. En visita realizada pudimos ver algunos lugares, pero durante todo el recorrido estuvo presente, su trama inicial, la importancia de los cinco conventos en la escasa superficie del municipio, y el motor económico que suponía el puerto. He intentado buscar y estudiar lo señalado con distintos elementos o con información resultante de fuentes multidisciplinares de la misma manera que lo hizo Roque Hernández al exponer su trabajo. Por este motivo, aporto el Mapa elaborado por Alejandro Torriani bajo el mandato de los Reyes católicos, Un grabado de Ubaldo Bordanova, figura fundamental del panorama artístico canario de finales del Siglo XIX, una fotografía de la actividad portuaria a finales del Siglo XIX y por último, distintas fotografías actuales donde vemos la actividad turística a la que se destina.
3. Imagen razonada de un elemento arquitectónico en relación con la mesa redonda Patrimonio arquitectónico, turismo y accesibilidad.
He elegido como foto para la imagen razonada requerida, la foto la Casa de Piedra donde se celebró la jornada referida de Arquitectura del Paisaje Insular. En este caso, considero que el continente es un fiel exponente de lo expuesto en el las conferencias acontecidas en su interior. Pues este edificio hoy denominado Espacio de Arte La Casa de Piedra fue la sede de las mismas.
Este inmueble también se conoce como Palacio de los Condes la Gomera y fue construido en el Siglo XVII por encargo de Bautista Ponce, primer Marqués de Adeje y padre de su moradora. Como muchos edificios del municipio fue afectado por la erupción de 1706, lo que hoy se mantiene es el núcleo principal de la edificación antigua. La singularidad de su fachada de cantería que la compara como el Palacio de Nava o el Palacio del Obispado en Ciudad de San Cristóbal de La laguna. Es entre otras de sus características es la que la hace destacar del resto.
En este caso centro mi discurso en el criterio de intervención con una propuesta de un nuevo uso distinto al original y con una modificación sustancial de su interior, donde prima la funcionalidad y la adaptación al nuevo uso antes de dejar un testimonio muerto de lo existente, sin uso o que imposibilite otro nuevo. Desde mi punto el acierto en una intervención de este tipo se alcanza simplemente por mantener en uso el edificio con independencia de su destino. Y considero que el entorno es el que debe juzgar su viabilidad desde un punto de vista global.
Este inmueble también se conoce como Palacio de los Condes la Gomera y fue construido en el Siglo XVII por encargo de Bautista Ponce, primer Marqués de Adeje y padre de su moradora. Como muchos edificios del municipio fue afectado por la erupción de 1706, lo que hoy se mantiene es el núcleo principal de la edificación antigua. La singularidad de su fachada de cantería que la compara como el Palacio de Nava o el Palacio del Obispado en Ciudad de San Cristóbal de La laguna. Es entre otras de sus características es la que la hace destacar del resto.
En este caso centro mi discurso en el criterio de intervención con una propuesta de un nuevo uso distinto al original y con una modificación sustancial de su interior, donde prima la funcionalidad y la adaptación al nuevo uso antes de dejar un testimonio muerto de lo existente, sin uso o que imposibilite otro nuevo. Desde mi punto el acierto en una intervención de este tipo se alcanza simplemente por mantener en uso el edificio con independencia de su destino. Y considero que el entorno es el que debe juzgar su viabilidad desde un punto de vista global.